Me siento diminuta

Familia de perdedores que lo único que os aporta gratitud es un hundir a aquellos integrantes que aun sobreviven con el agua al cuello.
Malditas seais.

Putas deprimidas que solo hacéis que escupir flema infectada de odio; odio que ha conseguido contaminar mi vida y tener su hueco en el rincón mas visible de mi cuerpo.
Malditas seáis por hacerme esto.

Cerrad vuestras podridas bocas y no os acerquéis más a mí, porque no os quiero escuchar, ni sentir la más mínima pena por vuestra miserable vida. No quiero que me pringueis de vuestras mentiras, de vuestros pesares, de vuestras pastillas para dormir. No
Malditos por haberme concebido en esta casa, malditos, yo os maldigo mucho mas de lo que ya estáis.

Me quiero ir de aquí, me quiero ir…