domingo, 28 de enero de 2007

a una madrugada de cobrar



Y de que nos sirvió a los dos coger la mochila y cabalgar como dos fugitivos a Madrid? De que nos sirvió Fran?
A mí para darme cuenta de que soy una caprichosa soñadora.
Sí, primero caprichosa y luego soñadora, dos adjetivos que crean un todo, que me definen a escondidas.
Ella es la única que se da cuenta de lo que escondo debajo del corazón, de que le he robado su primer adjetivo y lo he hecho mío.
Hoy delante de ti, pequeño poeta, me he dado cuenta de que tal vez no eres lo que yo quiero y que te estoy arrastrando como lo hice antaño. Y no te quiero hacer daño, porque el daño me lo creo yo para mi, sí, porque soy así de caprichosa, no quiero que esta vez tú también lo compartas conmigo.
Egoísta? Puede ser, pero no quiero que cambies para que luego huya por miedo a que solo seas un capricho más que no me consiento por puro orgullo. Esta vez estoy luchando con uñas y dientes, con uñas mordidas y dientes partidos, y tengo miedo a ganar.
Y que sucedería si ganase?
Ese pequeño clon tuyo mejorado me ha robado un poco el corazón, será la novedad, supongo, pero la ciudad me llama con su boca, con una boca parecida a la tuya, con tu misma boca, la que cuando me llama desde Valencia ya no capta mi atención. Pero yo sigo jugando como la niña que se niega a crecer que soy.
Y tú que sacaste de esos cinco días? Tu verdadera identidad? Un golpecito más y ya esta, todo solucionado, tu vida solucionada.
O no?
Se pone todo en orden cuando alguien te da un golpecito y recuerdas todo lo que se lleva escondido debajo de la piel?
El, el original, dice que primero debe escribirlo, luego analizarlo y luego actuar.

martes, 23 de enero de 2007

El extraño viaje

no se si es real lo que siento