miércoles, 16 de septiembre de 2009

Anna Karenina

Estás sentada en el sofá esperando que aparezca por la puerta. Desde que se cruzo por tu vida esta ha cambiado, ni para bien ni para mal, pero ha cambiado.
Con él has descubierto lo rápido que puedes cambiar de idea solo con mirarlo.
Ese olor característico que se impregna en tu ropa una vez tropieza contigo y te abre de piernas.
Al principio te resultaba divertido o eso me hacías creer, el juego del escondite y los mensajes a medianoche obscenos.
Doler lo que se dice doler no duele. Solo escuece un poco mas, es tan habitual que te has acostumbrado a sentirlo ahí. Podrías dibujar el contorno de sus manos solo recorriendo con los dedos la sensación de quemazón que sientes en tus muslos.
Dolor y placer, miedo y asco, necesidad.
Vista desde el pasillo eres como una diosa a la que le han arrebatados todos los dones de los que era poseedora, te ves preciosa jugando con tu pipa de opio.
Adormideras para los sentidos, adormideras que te crean insomnio y te roban los lisérgicos sentidos que aun logras controlar.
Me siento envenenada al verte así, tan grande y pequeña a la vez.
Sabes que solo tienes que pedirlo, es una petición simple, con una mirada lo haría, te arrancaría de raíz y te llevaría descuartizada a algún lugar lejano para volver a recomponerte.
Pieza por pieza, extremidad por extremidad.

Adios a la rana...

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Como te ha tratado la isla?

Un verano de lo mas raro,
lleno de soledad....
Una isla para mi sola,
sin fotos,
sin ropa,
sin prisas...


Dame los juguetes de todos los demas...