lunes, 4 de febrero de 2008

Solera


Mil veces le he dado vueltas a este tema y sigo sin poder quitármelo de la cabeza. Hoy he vuelto al quiosco donde pase toda mi edad del pavo, esta vez a hacer fotocopias y no ha comprarme ninugún paquete de gusanitos, aunque no he podido resistir la tentación del sabor del pasado y mas tarde me he hecho con uno de pipas.
Hemos aparcado al lado de su calle y desde que desde estrella me lo dijo yo no puedo parar de darle vueltas a la cabeza.
Se que para él he muerto, pero hubo un tiempo en que uno respiraba si no sabia que el otro se encontraba vivo en cada instante; y como cambian las cosas, o tal vez las cosas siempre están en proceso de cambio y yo no lo vi llegar.
Ahora después de todas las vueltas y líos que hemos pasado, que han tenido que ver con nosotros yo ya no apuesto nada por ti y supongo que tu tampoco por mi. Pero si que me he dado cuenta de una cosa, y es que siempre fuiste un cobarde y la única vez que fuiste valiente rompiste la burbuja donde convivíamos sin necesidad de tocarnos.
Hablo de ti, si de ti. No del amante, ni del compañero de clase, ni de mi confesor, hablo de mi amigo, al que un día llame chema sin que se me revolviera el estomago al a formular todas las letras de tu nombre.
Se que no tengo permitido el paso en tu vida, y tampoco lo quiero, pero poco se demuestra con un gesto como el del otro día, a ella le molesto y a mi dolió.


La isla te espera...

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