jueves, 31 de marzo de 2005

Vuelve,vuelve,vuelve...
ven a mi disfrazada de agua.

Parece como si todos estubieran esperando la notiacia.
Juan Pablo II esta agonizando ante millones de personas; grupos humanos que proporcionan, sin saberlo, la droga que esta institucion ansia.
La fe de los cristianos muertos se ha reencarnado en la piel de escolares que vitorean estupidas frases buscando una rima facil ante el futuro cadaver que intenta sobrellevar la cruz sobre el heredado traje blanco manchado de sangre y arena.
Ahora esperan delante del balcon que tiene color de muerto y tacto de billete.
Los mas allegados se frotan las manos mientras babean la fantasia de morir rodeados de tanto lujo.
La iglesia necesita de otro cadaver ario para crecerse.