martes, 19 de octubre de 2004

La historia interminable


Esta noche he recordado viejos tiempos. Aun no tan lejanos, pero bueno. Esta noche el mago me vuelve a acompañar... Así que os presentare... Señor Mago, la Princesa, la muñeca más bella jamas existida.
Me distraen estos días de reencuentros y viejas ilusiones, recuerdos que ya habían sido tirados a la basura vuelven a resurgir. Todo cambia por un instante, por una noche de camino. Todo cambia y la ruleta de la fortuna vuelve a hacer otra vez su aparición.

No quisiera ofenderla señor de las señoras, las comparaciones nunca fueron una buena compañera, pero necesitaba decirle que no es mi única compañía por las noches. Tu, oscura niña, me sorprendes cada día mas con cada nueva sonrisa, si... esa sonrisa mortecina, donde la perdición de esos se desvanece.
El mago aun después de este largo camino recorrido juntos, siempre se ha mostrado invisible. Mas lo siento cerca de mí, cada vez que suspira dentro de mi alma. Es mi condena, por si no se lo hubiera dicho, es mi castigo, es mi reciente muerte, al que se lo debo todo.
La sensación es suficientemente extraña, pues nuca tres seres distraídos se habían cercado tanto. Es una unción bastante diabólica.
Están charlando animadamente, no pierden comba, juegan con los hilos de mi memoria y manejan sin querer mi existencia. Logros, hazañas, muertes, despedidas... esa es mi vida.Quizá se me olvide alguna mas que otra, pero... a algunas les tengo gran admiración, por vivir tan confortablemente en el corazón.