Otto siente un amor incondicional hacia mi, tumbado bajo la silla del despacho pasa las horas esperando a que su diosa le haga una caricia o simplemente le llame por su nombre.
Revisando los blogs que hace un tiempo seguia he encontrado un fragmento de los amantes del circulo polar… “las niñas hacen las mismas preguntas que los niños?”.Extraña película, difícil banda sonora que consigue transportarme a un estado de animo del cual una vez se entra no hay salida en un par de dias.
Pero..es verdad, hacemos las mismas preguntas que los niños...?supongo que no, que no las hacemos, aunque tampoco ya soy una niña aunque me guste jugar con marionetas.
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