En Valencia llueve, y aun quedan unos dias de verano pero el otoño se esta dando prisa para ocupar su lugar y traernos agua que nos llenen los ojos de lagrimas y el estomago de angustia.
No voy a Segovia, excusas? si, se podria solucionar, pero no voy a ir aunque me muero de ganas.
Necesito cariño, es el final del verano, nada mas no te preocupes pekeña que dentro de nada esta sensacion desaparecera y todo volvera a la normalidad.
Necesito sentir la sal en el cuerpo.
Cuentame un cuento al oido...
Este es mi pequeño homenaje a todas aquellas mujeres y hombres ( os sorprenderiais) que sufren violencia domestica.
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