viernes, 24 de julio de 2009

Todo el mundo tiene un ex

Y me asustan los cambios, me asustan y me agarran los pies y no me dejan moverme tan rápido como a mí me gustaría poder hacerlo.
Saber lo que hago, porque yo funciono así, o lo hago sin pensar o directamente no lo hago.
Me estanco.
Y ahora tengo los pies hundidos en la arena de ese desierto al que desde hace cinco años no toco y este año tampoco tocare.
Arenas movedizas, cuanto mas intento salir de ellas mas me atraen hacia ellas.
Lo estoy intentando, esta vez no me tengo porque echar las culpas a mi, lo estoy intentando como mejor puedo, buscando todas las posibilidades, revisando cada oportunidad para despegar los pies del suelo y no lo consigo… Y me siento frustrada y hundida porque este año tampoco habrá hamaca, las paredes son demasiado frágiles como para clavar los clavos y soportar mi peso.
Lo he intentado y no hay manera de que esto aguante…
Que habrá al final de este gran charco de fango? Tu lo sabes? Ojala alguien me pudiera dar una pista, auque no me cuenten lo malo, solo lo bueno, solo lo bueno…
Paredes altas para que tu psique pueda volar alto, para que no se choque con el techo y no tenga oportunidad a caer al mismo sitio donde estoy metida yo.
No se lo deseo a nadie, ni a el, que desde hace dos noches ha vuelto a revolotear por mi caja de zapatos que dentro de nada dejara de ser mía para convertirse en una habitación de invitados.
Niña pez

No hay comentarios: