miércoles, 4 de julio de 2007

Prodigy


Hoy he sentido la necesidad de volver a encender mi ordenador viejo; desde hace un año o así, ha sido sustituido por el portátil, tan limpio, elegante y manejable que a primera vista si lo comparo con el anterior siempre con sus ruidos y su media hora de preparación para estar encendido gana mas aun de lo que se puede deducir.
Pero a mi me gustan las cosas antiguas, las machas de amarillentas le dan carácter, y el polvo entre sus teclas inspiraban. En este, en el portátil, las letras están demasiado juntas y se confunden las unas con las otras, así pues si querías escribir amor acabas escribiendo dejadez.
El ratón no funciona ya tan bien, aunque nunca lo hizo y ha sido toda una odisea el acertar para cerrar cualquier ventana, pero he encontrado una carpeta con mi nombre y he corrido a abrirla para ver que escondía. Mas de ocho años funcionó, ampliando memoria, poniendo un segundo disco duro “el blando”, aumentando los puertos USB, así durante ocho largos años.
Pues eso, en la susodicha carpeta he encontrado todos los trabajos que hice durante el ciclo, muchas fotos que no recordaba y me he quedado un poco despagada porque quedan pocos recuerdos. No se que hice con ellos, bueno supongo que si, seguro que los borre en uno de mis ataques de locura.
Lo único que he podido rescatar ha sido a la pequeña Lure. Lure entera, seis hojas, parecen pocas pero es el personaje que mas he añorado. Escondida entre el currículo y las fotografías del 22 cumpleaños de Fran ahí estaba. Sentada esperando que alguien la recordara.
La lectura se ha hecho esperar, pues he empezado con la carpeta como lo haría con un manjar, primero por las esquinas y poco a poco acabando con lo que menos me gusta y terminando por el centro del pastel.
No es gran cosa, además que ya había hablado de ella, pero me he sentido muy a gusto leyéndolo, repasándolo mentalmente y peinando las frases sueltas hasta sentir como la trenza se formaba y caía en mi espalda.
Una cajita de cristal no habrá para mi…? Una cajita de cristal donde pueda dormir…? Una cajita de cristal para poder soñar dormida.
Echo de menos mi cama, pero no quiero volver. Echo de menos a Chema. Echo de menos mi ingenuidad, mi inocencia.

No hay comentarios: