martes, 18 de octubre de 2005

Diario de una suicida

Esta noche a la tapadera de mi caja negra le esta costando moverse.
No es que tenga vida propia,o si, o tal vez solo dentro de mi imaginacion pero se abre y se cierra cuando la esquina mas olvidada de mi cuerpo se lo ordena .
Pero es ahora cuando ,ya dentro, le imploro que se cierre y que me deje en la oscuridad, esta cobra color ;Color a Le Club, a botellin de cerveza sin alcohol.
Las paredes de mi caja negra se separan, la caja cobra espacio,color y olor.
Mi aroma se pasea por todo el habitaculo y la pequeña cama situada en la esquina sur izquierda ha sido trasladada a mitad de la estancia.
Aunque es incomodo mi antiguo escondite, entro en mi cama de cuerpo y medio y espero.Espero a que vuelva la estirilidad que hacia de esa caja un lugar tranquilo donde las voces de la cabeza de Maria no entran,donde no es necesario explicar a mis padres el trauma de su hija mayor.
Doy una vuelta, cambio de posicion, primero boca arriba,del lado derecho al izquierdo, a bajo y vuelta a empezar.
Cierra los ojos, cierralos,cierra tus malditos ojos; no sigas las luces,no huelas el ambiente,no te distraigas con la musica que acaba de empezar a sonar.